BIOGRAFÍA de Manuel Ascencio Segura
Manuel Ascencio Segura.
Dramaturgo costumbrista peruano, considerado el más renombrado del siglo XIX en
Parú. Combatió al lado de los peninsulares y junto a su padre en la batalla de
Ayacucho, la última en la guerra de la independencia.
Infancia
y Juventud.
Nació en Lima, Perú, el
23 de junio de 1805. Dramaturgo costumbrista peruano, considerado el más
renombrado del siglo XIX en el país. Hijo del teniente del ejército español Juan
Segura y de Manuela Cordero, Manuel Ascencio Segura combatió al lado de los
peninsulares y junto a su padre en la batalla de Ayacucho, la última en la
guerra de la independencia.
Perdida la causa que
defendían, los Segura se quedaron en el país, logrando el joven hijo el grado
de capitán en 1831, durante el gobierno del general Gamarra, del cual era su
seguidor.
Muerte.
Muere el 18 de octubre
de 1871.
Aportes
importantes de Manuel Ascencio Segura.
Entre 1833 y 1834
escribió su primera comedia, La Pepa, en la cual criticaba la prepotencia
militarista, aunque no llegó a representarse ni a ser editada, debido a que sus
opiniones subyacentes podían poner en peligro su carrera militar.
En los siguientes años,
Segura se vio inmerso en la vorágine anarquista de las guerras civiles que se
sucedieron durante los inicios de la república. Así, fue seguidor de Felipe
Santiago Salaverry y nombrado administrador de la aduana de Huacho; luego,
decidió trasladarse al sur, para combatir al lado del joven caudillo. Perdida
la causa, fue hecho prisionero en Camaná por las fuerzas de la Confederación
peruano-boliviana. Finalmente, derrotada la Confederación (1839), era
nuevamente llamado por Gamarra a su ejército, del cual se retiró
definitivamente siendo Teniente Coronel de la Guardia Nacional, en 1842.
Por entonces ya había
estrenado su pieza Amor y Política y su comedia El Sargento Canuto (1839),
nueva crítica al militarismo, la cual tuvo una excelente aceptación entre el
público. Enseguida escribiría el drama literario Blasco Núñez de Vela, la
comedia La saya y el manto y el entremés La mozamala. En La saya y el manto
aparecía el tema de las prácticas políticas de la época, particularmente de los
recursos femeninos para alcanzar puestos públicos para sus familiares.
Para esos años, Segura
era el hombre del teatro en Lima. Efectivamente, entre 1839 y 1845, era el
único que, cada cierto tiempo, estrenaba piezas en el ambiente limeño.
Precisamente ese último año se estrenaba en Lima la primera versión de Ña
Catita, pieza de 3 actos (que luego ampliaría a 4), probablemente la más
reconocida de sus piezas teatrales.
También escribió en
medios de prensa de la época, como El Comercio (aún hoy en circulación), del
cual fue redactor. En él publicó su única novela, Gonzalo Pizarro. En 1841
decidió dejar este diario para dedicarse a la edición del periódico La Bolsa.
En él aparecerían sus artículos de costumbres Los Carnavales, Me voy al Callao,
El Puente, etc.
Se trata de textos sin
mucho cuidado en el estilo, pero con un lenguaje directo y familiar que atrapa
fácilmente al lector. En este periódico también publicó algunos poemas, como A
las muchachas. Otros artículos de costumbres publicados en diferentes
periódicos fueron El té y la mazamorra, Los viejos, Las calles de Lima, Dios te
guarde del día de las alabanzas, etc.
Cuando apareció El
Espejo de mi tierra, publicación satírica de Felipe Pardo y Aliaga, Segura
colaboraría en los dos números de Lima contra Pardo. Sin firmar ambos y con
similar agudeza, cruzaron versos uno contra el otro. Segura y sus compañeros de
redacción le achacaban a Pardo una actitud anticostumbrista y despectiva frente
a los gustos populares. Un ejemplo de esta "correspondencia"
literaria, fueron el poema Los tamales (de Segura) y su consiguiente respuesta,
El tamalero (de Pardo). Otras publicaciones en las cuales colaboró fueron El
Cometa, El Vigía y El Moscón.
Ya casado con María
Josefa Fernández de Viana, marchó a Piura en 1842, destacado como Secretario de
la Prefectura de esa ciudad. Allí vivió los siguientes once años, publicó el
periódico El Moscón y escribió La Pelimuertada, epopeya de última moda, poemas
llenos de ingenio en los que nuevamente hacía alusiones contra su contendor
literario, Felipe Pardo, y los escritores academicistas de la capital.
En 1853 volvió a
residir en la capital, pues fue nombrado Comisario de Guerra y Marina del
ministerio de Hacienda. Segura estrenaba La Espía, con motivo del 30
aniversario de la batalla de Ayacucho (1854). Al año siguiente seguiría la
presentación de la pieza El Resignado, de gran éxito entre el público limeño.
Pero la mayores alabanzas las recibió cuando la segunda puesta en escena de Ña
Catita (1856) su gran pieza teatral, trasnformada de tres a cuatro actos.
Enseguida vendrían
Nadie me la pega y Un juguete (1858), esta última considerada por algunos
críticos como una comedia madura, de las mejores del teatro peruano. El sainete
El Santo de Panchita (1859) fue escrita por Segura en colaboración con Ricardo
Palma, en 1859. Finalmente, dos años más tarde producía su última pieza,
Percances de un remitido (1861). Sin embargo, todavía vendrían estrenos de
obras anteriormente escritas: El Cacharpari, Lances de Amancaes y Las tres
viudas, esta última una comedia más cuidada y pulida en el uso del lenguaje que
las anteriores.
Tanto las piezas
teatrales como los artículos costumbristas de Manuel Ascencio Segura,
retrataron con ingenio no superado a la sociedad peruana del siglo XIX: a los
militares prepotentes, a las intrigas políticas, el juego de relaciones
sociales para obtener cargos públicos, los matrimonios arreglados, etc.
Sus personajes
teatrales (entre los cuales sobresale la beata Ña Catita, de comportamiento
soterrado) tienen más profundidad psicológica que los hasta entonces creados en
el teatro peruano. En el plano del lenguaje, Segura enriqueció el vocabulario
teatral, introduciendo nuevos usos del habla limeña, tanto de los criollos como
cholos mestizos y negros. Parte del éxito entre sus contemporáneos se debió a
esa incorporación acertada de la forma de hablar de la calle y mercados.
OBRAS
- Ña
Catita
- El sargento Canuto
- El Santo de Panchita (en
colaboración con Ricardo Palma)
- las tres Viudas
- Me voy al callao ( artículo de costumbre )
Ña Catita
Género: Dramático
Especie: Comedia de Costumbres
Temas: La hipocresía, la familia, la amistad
sincera, el amor, la insensatez.
la alcahuetería.
Personajes
- Ña Catita: anciana entrometida e hipócrita
- Doña
Rufina : madre de Juliana que desea casar
a su hija con Alejo
- Don Jesús: padre de Juliana que desea casar a
su hija con Manuel.
- Juliana: joven que ama a Manuel.
- Manuel: joven enamorado de Juliana.
- Don Alejo: hombre maduro de apariencia
aristocrática que pretende a Juliana
ARGUMENTO
Es una comedia de costumbres de compuestas
en versos y dividida en cuatro
actos que constituye una crítica a los matrimonios convenidos; así como la
chismosería y alcahuetería encarnada en Ña
Catita.
Don Alejo y Doña Rufina discuten sobre el futuro matrimonial de Juliana, la
hija de ambos. El primero, pretende casarlo, con Don Alejo, hombre adinerado y
mucho mayor que ella.
En este tramo interviene Ña Catita, vieja criolla zurcidora de voluntades
al mejor postor, y que en esta ocasión no logra sus objetivos.
Por otro lado, Don Alejo es un viejo verde, que antes de lograr su nueva
conquista es descubierto por Don Juan viejo amigo de la familia, quien trae una
misiva de su esposa olvidada.
Finalmente, llega la felicidad para la joven pareja (Juliana y Manuel)
quienes pueden contraer matrimonio con el consentimiento de ambos padres
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